Cross Training en Navidad: cómo entrenar y no comer como un ceporro

person Publicado por: Xoom Project

¡Hola crosstrainer!

Ha llegado una de las épocas del año en las que se toman decisiones más difíciles: ¿me como el polvorón de almendra o el bombón con licor de café?, ¿me sigo poniendo ciego a entrantes o me reservo para el cochinillo?

Sí amigos, es Navidad. Una etapa fantástica para el que le guste estar con la familia (cuñado incluido) pero unos días difíciles para el que quiere mantener la línea y prefiere no auto-regalarse por Reyes 3 o 4 kilos de más.

No es la primera Navidad que hemos vivido, y tú tampoco, y sabemos que es fácil dejarse llevar por el espíritu del descontrol y del “ya lo quemaré después”. ¡ERROOOOOOOOOR!

Hemos preparado este artículo para que veas que puedes disfrutar de las comidas típicas de navidad sin tener que renunciar a tu mundo del Cross Training, tus quedadas del BOX o tus WOD en estas fechas tan señaladas.

¡OJO! No esperes encontrar en este artículo el secreto mejor guardado de la humanidad… Como siempre es cuestión de sentido común:

Basta con seguir haciendo tus rutinas de entrenamiento funcional y comerte un polvorón en lugar de 5. Sigue estos consejos y pasarás unas grandes fiestas sin descuidar tu salud y entrenamiento.

PD: lo sentimos, pero de los chistes repetidos de tu cuñado no te podemos librar…

Sobrevivir a la Navidad

  1. Céntrate en ti, no mires a los demás:

Perfectamente puedes disfrutar de las gambas, las patas, del cochinillo, del turrón y hasta de los dulces, pero hazlo con cabeza. Tan solo basta con reducir las cantidades que para otro son “normales”.

¿Que ves que tu hermano, también conocido como “elquenuncaengorda” se come 4 pedazos de trozos de turrón de chocolate? No sigas su ejemplo: pilla uno, saboréalo bien y disfrútalo sin cargo de conciencia.

 

Como venganza puedes contar sus anécdotas de niño más avergonzantes, ¡para que aprenda!

 

  1. ¡Árbitro cambio!

Normalmente, en Navidad llenamos las mesas con carnes rojas, patatas fritas, salsas fantásticas y alimentos que son de todo menos sanos.

No queremos que te conviertas en el rarito que cena ensalada de endivias y tres cacahuetes, pero seguro que encuentras el modo de sustituir algún alimento por otro sin que afecte a tu reputación.

Aunque no puedas hacerlo con todo el menú, cualquier sustitución bien hecha será un éxito.

Como cada menú familiar es un mundo, no te vamos a poner ejemplos de platos concretos; utilizaremos el postre como ejemplo. Si en lugar de comerte la tarta de tres chocolates y repetir (como hará el ceporro de tu hermano), te comes una frutita, seguirás siendo igual de feliz y habrás evitado un buen subidón de calorías.

Consejo general: si puedes elige alimentos ricos en omega-3, como aceite de oliva, ventresca de atún, salmón o emperador.

 

  1. No hagas trampas:

La forma de cocinar lo que comes afecta bastante más de lo que piensas, y cómo y con qué acompañas esa comida también.

Si decides “hacerte el sano” y comerte un filetito de pollo, estaría bien que no cocines bañado en un charco de aceite. Y estaría mucho mejor que no lo mojes luego con cuarto de kilo de ketchup y mayonesa > #StopPostureo

No es suficiente con parecer que te cuidas, debes cuidarte realmente.

La sartén no suele ser tu amiga, puedes tomar todas las proteínas de la carne y el pescado cocinándolo, por ejemplo,  al vapor o al horno. Y de nuevo no seas tramposo y coge las partes menos grasas del filete, que el tocino a la plancha seguirá siendo tocino...

Sí, un poco coñazo el tema de cuidar la alimentación, y sobre todo en Navidades. Pero no te olvides de que lo que queremos es seguir comiendo sano como hasta ahora y no dejarnos llevar, así que sé consecuente contigo mismo tramposillo.

  1. No picotees entre horas

Una de las frases que más hemos escuchado en navidades es: “Jo***, llevo todo el santo día comiendo”. ¿También te ha pasado? Pues vamos a evitarlo. Ya sabes que las comidas navideñas son copiosas y abundantes, así que tú conciénciate y no picotees, deja tu apetito para tu plato favorito.

Atención pregunta: ¿qué debes hacer si ves que todo el mundo está picoteando?

¡Huye! Evita las trampas en forma de mantecado y salta por encima de los torreznos.

Es más, si sales corriendo de forma literal mejor que mejor, así quemas el picoteo que no hayas podido evitar...

Recuerda la rutina de comer 5 veces al día, y si todavía no la tenías ya es hora de que empieces.

 

  1. El desayuno de los campeones

El desayuno es la comida más importante del día y con esa excusa vamos a hincharnos a comer. Sí, sí. Prepárate unos huevos, salchichas de pollo, zumo de naranja natural, té y tostadas integrales ¿Beneficios? Estos alimentos los quemas a lo largo del día y además estarás listo para afrontar todo el día sin llegar con excesiva hambre al resto de comidas.

¡OJO! Este consejo es directamente proporcional a tu fuerza de voluntad. Si eres débil y sabes que caerás en la tentación no te pases o se volverá en tu contra.

  

  1. Menos dulce y más salado

Si ya no puedes luchar más contra los elementos, por lo menos sé selectivo. Olvida los polvorones y el turrón y lánzate a por los frutos secos con cáscara como los pistachos, las almendras o las nueves.

Si nadie ha pensado en ti y todo lo que hay disponible es azúcar, azúcar y más azúcar: recurre al consejo 4.

  1. Esas copitas, ¡con control!

Qué bueno está el buen vinito mientras comemos, el champán para brindar y el gintonic para hacer la digestión, ¿a que sí? Siento decirte que el alcohol engorda bastante y vas a tener que cortarte con las copitas. Controla la cantidad de alcohol que bebes. Si puedes, elige una copa de vino tinto o dos y ya.

(Qué fácil es dar consejos, ¡eh…!)

 

  1. Aléjate de los ascensores

Para empezar, aléjate de los ascensores, ¡ATRÁAAAS CON ELLOS! No traen nada bueno, más que nada por todos los beneficios que sí tiene su principal competidor: la escalera. Alíate con esta última, tiene sorpresas preparadas para ti mucho mejores ;-)

*NOTA: Si no me has hecho caso en el consejo 7 y te has pasado con las copillas sí está permitido el ascensor, no te vayas a lesionar.

 

  1. Divide los entrenamientos

Ya que vas a comer de más, una buena solución es entrenar en dos veces, repartiendo el tiempo de entrenamiento entre la mañana y la tarde. De esta forma, quemarás más calorías en conjunto y tendrás menos tiempo de estar en el sofá comiendo. ¿Suena bien, no?

 

  1. Deporte antes de comer

Sal a correr antes de la comilona familiar. Y sí, sal aunque haga frío. Lo primero, porque es una forma ideal de empezar a gastar calorías incluso antes de empezar a ingerirlas. Lo segundo, porque llegarás a comer con el subidón de que has hecho deporte el día de Nochebuena y puede ser que te controles más porque te sientes motivad@.

 

Parecen muchas cosas, pero en realidad no lo son. Basta con que uses el sentido común a la hora de comer, y claro está, bajo ningún concepto, dejes de entrenar. El Cross Training y tú debéis ser inseparables.

No olvides que la Navidad no es solo comer a lo loco, también es una fecha para disfrutarla en familia y para aprovechar esas horas de más que nos dejan las vacaciones.

Recuerda: entrenamiento funcional y sentido común a la hora de comer son los consejos perfectos para sobrevivir a las fiestas navideñas.

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